El otro día me llegó un correo electrónico que en el asunto decía, «Ayuda a publicar un libro»; y en el cuerpo del texto,«Es gratis o cuánto cuesta?». En el remite aparecía un nombre propio —que parecía italiano— y la dirección eran varias consonantes amontonadas y la palabra «super». Esto es literal. No invento nada. […]