
Cuando pensáis, ¿lo hacéis con frases completas? ¿Veis imágenes? ¿Os lo habéis preguntado alguna vez? Es un poco como soñar, y yo no estoy segura de si sueño en imágenes, no sé si son en color o en blanco y negro. Tampoco sé si pienso con oraciones simples o subordinadas y no sé si van en redonda, entre comillas o en cursiva. Lo mismo les pasa a muchos autores. Aunque expliqué algunas normas sobre negritas, comillas y cursiva en este post, a menudo me preguntan: ¿Los personajes piensan entre «comillas» o en cursiva?
Raya de diálogo
Me he encontrado con algunos que reproducen el pensamiento del mismo modo que organizan los diálogos, es decir, con raya. [Cuando empecé a trabajar en el mundo editorial se llamaba guion largo y guión llevaba tilde. Los tiempos cambian y las normas cambian con los tiempos].
—Cómo cambia todo —pensó Catalina—. Cuando era joven, se decía guion largo y guión llevaba tilde en la o.
En principio, la norma nos dice que la raya es para reproducir conversaciones entre los personajes. Ya sabéis que las normas están par saltárselas, así que, si os gusta, podríais reproducir un pensamiento de esta manera, pero yo no os lo recomiendo. Confunde al lector y no aporta nada al texto. Si nos saltamos las normas, tiene que ser por un motivo, para añadir algo, para dar una textura diferente a lo escrito, para imprimir velocidad o lentitud, para acompañar a la acción, etc. En este caso, solo despista.
Comillas
En español es bastante habitual utilizar comillas.
«Cómo cambia todo», pensó Catalina. «Cuando era joven, se decía guion largo y guión llevaba tilde en la o».
[Hago un inciso para recordar que el punto y la coma van fuera de la comilla. En cambio, el signo de exclamación y el de interrogación van dentro y se añade un punto detrás. Así: «¡Ostras, qué lío!». Hace años la regla era otra, pero es lo que ha estipulado la RAE, para —en teoría— facilitar las cosas].
Actualmente, se tiende a no utilizar comillas y a mí, personalmente, me gusta más sin ellas. A mi entender, todo lo que facilite la lectura es recomendable.
Cómo cambia todo, pensó Catalina. Cuando era joven, se decía guion largo y guión llevaba tilde en la o.
Se lee sin dificultad, se entiende perfectamente que es un pensamiento. Si tenemos un texto donde abunda el monólogo interior o el fluir de la conciencia, es muy recomendable no llenarlo de comillas.
Cursiva
Lo que no se debe utilizar, en mi opinión, es la cursiva. Si se hace, por cierto, habrá que poner lo que dice el narrador como un inciso, igual que si fuera una cita textual.
Cómo cambia todo —pensó Catalina—. Cuando era joven, se decía guion largo y guión llevaba tilde en la o.
La cursiva tiene unos usos bastante concretos, que se explican en la nueva Ortografía que ha publicado la Real Academia y también en Fundéu. Aunque veréis que aquí algunas cosas han quedado anticuadas. Habla de subrayar, por ejemplo, que ha caído en desuso. Se subrayaba para indicar a la imprenta lo que debía ir en cursiva en los tiempos en que todavía escribíamos con máquina de escribir. Ya lo decía más arriba: los usos y las normas cambian constantemente; hay que adaptarse.
Yo recomiendo no utilizar la cursiva, porque, en general, me parece que se lee peor; creo que el lector es lo suficientemente inteligente para entender el texto sin ayuda gráfica; y lo considero menos elegante. Pero, dicho todo esto, ninguna de las normas, ni siquiera las de la RAE están escritas en piedra. Cada autor, cada editorial y cada país tiene sus gustos y adapta sus normas a cada momento.
A vosotros ¿qué os parece? ¿Vuestros personajes piensan entre «comillas» o en cursiva?
[La foto que ilustra este post es una escultura de Andrey Frolov, que encontré en Dreamstime y me pareció que más que leer, estaba pensando].
A mí no me confunde reproducir el pensamiento con el guion largo, como si fuera un diálogo consigo mismo. De otro modo no sabes bien cuándo termina el pensamiento y vuelve el narrador. En los cómics aparece el sandwich con globitos para distinguirse, aquí decimos «pensó Catalina» en lugar de «dijo Catalina».
La cursiva es buena para representar énfasis, para hacer referencia a títulos de libros, porque permite distinguir, separar del resto.
¡Hola, José María! ¡Qué alegría verte por aquí! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Si el texto está bien escrito, el lector entiende lo que pasa. No hay que despreciar al lector, no necesita diferentes tipografías para comprender un texto. Te mando un abrazo grande.
¡Hola, Ana! Intento no abusar de cursivas, aunque con tanto texto saturado de anglicismos es difícil. A veces, casi imposible. Y con el guion largo hago pocas migas, la verdad. Totalmente de acuerdo con no complicar al lector con tipografías.
Qué ilusión me ha hecho verte por aquí. Gracias por hacer un comentario. Espero que lo poco que escribo por aquí sea de utilidad. Me alegra que estés de acuerdo conmigo en lo de no liar al lector. Vosotros, los periodistas, tenéis eso en cuenta más todavía. Pero, efectivamente, es difícil evitar las comillas si tenemos que utilizar mil palabras en otro idioma.
Ana:
¿Por qué casi todas las editoriales cierran las citas textuales con un punto dentro de las comillas? Es habitual ver: «Un gran texto de la mejor autora de novela negra de Chamberi.».
Yo siempre lo pongo fuera. «Un gran texto de la mejor autora de novela negra de Chamberi».
¡Hola, Juan!
Qué ilusión verte por aquí. Es un error. Lo que tú haces es correcto. Antes iba dentro cuando la frase completa estaba entre comisada. «Rusia declara la guerra a Ucrania.» Y se ponía fuera si solo iba entrecomillada una parte de la frase. El titular del periódico era: «Rusia declara la guerra a Ucrania». Ahora, la RAE recomienda (y es más sencillo para todos) que el punto vaya siempre fuera.
En cualquier caso, eso de un punto dentro y otro fuera es incorrecto. Jajajajja.