
Antes de explicar qué es una propuesta editorial, te voy a pedir que te pongas en el lugar de la persona que la va a recibir, el editor. Tenemos una imagen distorsionada de este oficio, creemos que los editores pasan el día leyendo tumbados en un sofá mullido que hay en su despacho. Nada más lejos de la realidad. Las editoras (la mayoría son mujeres) trabajan en cubículos donde apenas caben su mesa y su silla, mucho menos un sofá, y pasan más tiempo gestionando procesos que leyendo. Las lecturas las hacen en casa. Reciben 20 o 30 correos diarios sumando los internos y los de fuera. Entre esos correos puede haber tres o cuatro propuestas para publicar un libro. Además, editan entre 20 y 50 libros al año. Imaginadlo por un momento.
Entonces, un día, les llega tu libro y te enfadas porque no responden inmediatamente. Cuando por fin lo hacen, es muy posible que no digan que es el libro que estaban esperando, tampoco que va a vender tanto como Harry Potter, ni que tú vas a ser la próxima Nora Roberts. Qué raro, no aseguran que escribes como la Pardo Bazán, pero vas a vender cinco veces más de lo que vendió ella. Te tiras de los pelos. ¿Cómo es posible que no vean que tienen una obra maestra en sus manos?
A lo mejor no es una obra maestra o a lo mejor no está mal, pero no la has enviado con una buena propuesta editorial y se ha descartado deprisa por eso mismo, porque no había material para decidir si merecía la pena echarle un vistazo. Es fundamental no enviar el manuscrito sin más, o con una nota que diga algo como: «Me gustaría que me publicaran esto». No es la manera. Recuerda a la editora en el cubículo, con la mesa llena de manuscritos. Ya te hablé de ella aquí. Necesita que la ayudes a entender tu libro, necesita tener ganas de ponerse a leerlo para decidir si va a publicarlo.
Qué es una propuesta editorial
Una vez dicho esto, veamos qué es una propuesta editorial. Parece sencillo, lo indica su nombre: es lo que tú propones a la editorial. Le propones que publique un libro (de ficción o de no ficción) que has escrito tú. Explicas de qué trata, qué mensaje quieres dar, por qué este libro tiene más interés que los otros seis que el editor tiene encima de la mesa, etcétera. Para eso, una de las cosas importantes que debes hacer es resumirlo. Si es una novela tienes que contar el final. No te preocupes por hacer espóiler, como se dice ahora. El editor tiene que saber todo sobre la novela para decidir si lee o no tu manuscrito. También tienes que resumir en no más de 15 líneas quién eres y contar la promoción que puedes hacer del libro (si tienes redes sociales, si sales en la tele, si conoces gente en la radio, etc.). Esto es clave. Pero vayamos por partes.
Qué debe contener una propuesta editorial
Yo diría que debe contener esto que te pongo a continuación y, en mi opinión, en este orden. Pero ya sabes que nada está escrito en piedra. Si se te ocurre algo mejor, ¡adelante! Lo importante es ser original sin ser pesado. Llamar la atención del editor, sin aburrirle ni abrumarle.
1) Una explicación breve del contenido del libro
Una frase que lo defina. Puede ser una frase de marketing, puedes explicar el mensaje que encierra, si es una novela, por ejemplo, o el propósito que tiene, en caso de que sea no ficción.
2) Resumen
Es importante hacer un buen resumen en el que ya se vea que tienes capacidad para escribir. Bastarán uno o dos folios de Word (1.000 palabras o 5.000 caracteres con una tipografía Times, cuerpo 12) en los que cuentes la trama. La editora tiene que poder saber rápido si ya tiene seis novelas sobre lo mismo o esta tiene un elemento diferenciador que la separa por completo del resto. No olvides contar el final. Insisto, no solo no importa fastidiarle la historia, es que es necesario.
Si es no ficción, tienes que adjuntar un índice completo, además del resumen en el que explicas lo que se va a tratar en el libro.
3) Por qué deben publicar este libro y no los otros seis
Antes habrás hecho un pequeño estudio de mercado para ver qué títulos se han publicado que sean similares al tuyo. Intenta comparar tu libro con algo publicado. A las editoriales les encanta que les digas: «Desde La chica del tren, de Paula Hawkins, no había habido otra novela que enganchara al lector de esta forma». «Es un ensayo al estilo de Malcolm Gladwell, pero centrado en la educación en Castilla La Mancha».
Rebusca en las webs de las editoriales. No mires solo las de los grupos grandes. Mira cómo lo hacen las pequeñas. Aquí te dejo tres ejemplos muy diferentes: la novela La deseada de Maryse Condé, publicada por Impedimenta; tres ensayos de Siri Hustvedt publicados por Anagrama; y una novela histórica de Santiago Posteguillo, publicado por Ediciones B. Lee las frases que se destacan, mira lo que ha dicho la prensa. Toma ideas de cómo se resumen las obras en dos párrafos.
4) Un ejemplo de escritura
Si no quieres mandar el libro entero, o la propia editorial dice que no lo hagas en su web, manda un capítulo de ejemplo para que vean cómo escribes. No hace falta que sea el primero, aunque en el caso de una novela, no sería mala idea. El comienzo de una novela es muy importante y puede ser decisivo a la hora de descartar un manuscrito. En caso de que sea no ficción, puedes enviar el capítulo más importante, donde se trata el tema central del libro. Probablemente sea mejor que mandar la introducción, por ejemplo. También puedes mandar las dos cosas: la introducción y un capítulo.
5) Explica quién eres
Explica brevemente a qué te dedicas, si tienes otras cosas publicadas, ya sean artículos o libros. Esto no debería ocupar más de 15 o 20 líneas, porque donde debes explayarte más es en el siguiente punto.
6) La promoción
Después de hablar de ti es fundamental que cuentes a la editora todo lo que puedes aportar a la hora de hacer la promoción. Por ejemplo, es importante mencionar si tienes amigos en la tele que de verdad van a sacarte en su programa, si trabajas en la radio, si eres profesor (y puedes prescribir tu libro), si tienes 100.000 seguidores en Twitter. Todo esto le interesa a la editorial, porque una vez que se publique hay que promocionarlo y hoy día es muy difícil con la cantidad de novedades que hay en el mercado. Los editores cuentan con que los autores hagan gran parte de este trabajo.
7) Referencias
Si alguien medianamente conocido ha leído tu novela y te puede dar una frase laudatoria, será bienvenida. También puedes pedir que alguien te haga un buen informe de lectura y adjuntarlo, pero no es necesario. Yo no suelo recomendar que se haga esto. Es muy posible que los editores desconfíen de estos informes. Encuentro que es bastante lógico, prefieren que el informe se lo haga uno de propios colaboradores.
Si solo tienes la propuesta editorial
Si tienes la idea, pero no has escrito el libro, no quiero quitarte la ilusión, pero en este momento, en España, será muy difícil que acepten la propuesta. Lo harán si la idea es algo fuera de lo común, algo extraordinario, si eres un periodista de prestigio, si eres actor, si eres influencer, si estás en un reality show, etcétera. Si no, es mejor que tengas el libro terminado y que te armes de paciencia, especialmente si es una novela. Trabajar sobre una propuesta en ficción es muy complicado. En no ficción hay bastantes más posibilidades, porque se publica menos y porque parte del trabajo del editor en este campo es, precisamente, inventar libros, buscar temas originales y desarrollarlos.
Editoriales y agentes
Todo esto sirve para enviar tu manuscrito a una editorial o a una agencia literaria. Lo envíes a donde lo envíes, no olvides leer bien las instrucciones de la web y seguirlas al pie de la letra. A veces no es fácil encontrar estas instrucciones, pero en casi todas las webs te explican lo que debes hacer si quieres enviar material no solicitado. Si no haces caso de lo que dicen, no lo aceptarán. Es otra forma de cribar. O sea, si piden que no mandes una novela de más de 350.000 caracteres, es porque no van a publicar una novela de más de 350.000 caracteres. Si te dicen que lo mandes por correo electrónico, no lo mandes por correo ordinario. Si te dicen que solo quieren ver un capítulo, no mandes cinco. Creo que es sencillo de entender.
Por último, lo más importante: tienes que creer en ti y en tu libro, y no perder la esperanza. Recuerda esto que parece una perogrullada: todos los escritores que ahora publican y venden hubo un momento en que no eran escritores, no publicaban ni vendían.
¿Qué te parece? ¿Has hecho alguna propuesta editorial?
(La foto está en dominio público en Dreamstime.com).
Gracias.
Gracias a ti, Marga. Disculpa lo que tardo en responder.