
He visto cosas que nunca creeríais…
Si tienes un libro escrito —ya sea novela o no ficción—, y crees que está listo para proponer su publicación en una editorial o para mandarlo a una agente, quiero contarte siete errores que debes evitar. Es posible que alguno te parezca una locura. Quizá pienses «yo jamás haría eso», pero créeme, todo lo que cuento a continuación, lo he vivido en persona. He visto cosas que nunca creeríais… Por eso me ha parecido importante destacar y repetir los errores a evitar si quieres publicar tu libro. Son siete, como las maravillas del mundo.
1. Creer que el editor está obligado a leer tu libro
El primer error que cometemos todos es dar por hecho que, si mandamos una propuesta a una editorial TIENEN que leerla. Siento ser yo quien te dé la noticia: la editorial no tiene obligación legal, moral ni ética de leer tu manuscrito. Tampoco está obligada mantener correspondencia contigo. La gente cree que sí. Pero piénsalo un momento. Intenta encontrar un motivo o una ley que obligue a un editor a leer los libros que llegan sin que nadie los haya encargado. Es igual que cuando enviamos un currículum a una empresa donde no hay un puesto vacante. No tienen por qué leerlo, ni tienen por qué contestar.
Tú mandas el libro porque quieres. En España, la mayoría de las editoriales tienen la amabilidad inmensa de leerlo. Te dejo aquí la página de Planeta, como ejemplo. Si haces clic en «contactar» te explican los pasos a seguir.
Esto no ocurre en el mundo angloparlante. No aceptan libros en casi ningún grupo editorial grande. Aquí tienes un pantallazo de Little, Brown and Company para que veas un ejemplo de lo que puede te puedes encontrar acerca del envío de propuestas no solicitadas. Por lo tanto, si vives en España y vas a enviar tu libro a una editorial, no olvides ser agradecido, amable y, por favor, utiliza el sentido común.

2. Enviar el libro sin nombre ni datos personales
El segundo error a evitar —igual de grave que el primero—, parece muy obvio, pero no lo es. NUNCA envíes el libro sin tu nombre, dirección, teléfono y demás datos personales. No sé cómo decirlo más claro.
Tanto si mandas tu texto impreso como si lo mandas por correo electrónico, es muy importante que adjuntes una carta breve, en la que cuentes en una frase de qué trata la obra y, en otra, quién eres. Ahí debe aparecer tu nombre completo, tu teléfono y una dirección postal. Esto es lo mínimo. Pero sigue leyendo, porque no deberías conformarte con lo mínimo.
Si envías el manuscrito por correo electrónico, la editorial podrá responder a esa dirección, es verdad. Pero es que hay gente que envía el texto desde una dirección extraña (saltoalacombasinparar@punto.com) y ¡se olvida de decir cómo se llama! Asegúrate de que tienes una dirección profesional, a ser posible con tu nombre.
Si has publicado ya algún libro, ¡dilo! Los editores quieren saberlo. Si tienes un programa de televisión ¡también! Si eres influencer y tienes miles de seguidores en todas las redes ¡no dejes de contarlo!
Resume la novela en una o dos líneas y explica sus puntos fuertes. Así atraerás la atención de la editora. Si mandas la novela sin más, la dejará en la pila de los libros por leer y quedará olvidado hasta que se vaya a otra editorial. Entonces limpiarán la mesa para la llegada de la editora nueva. Por ejemplo.
Nadie va a responder a un correo en el que la persona no se presenta educadamente ni explica por qué manda allí su novela. NADIE. (Disculpa las mayúsculas, van tres y encontrarás alguna más).
3. No hacer una buena propuesta editorial
Además de la carta, es fundamental que mandes una propuesta editorial, como te explicaba en este artículo. Lo más importante de la propuesta es un buen resumen del libro, en el que quede claro de qué trata y por qué es diferente a otros que hay en el mercado. Si no quieres mandar el libro entero, puedes hacer un resumen de cada capítulo (sobre todo si es no ficción) y enviar uno como muestra de tu escritura.
No se te ocurra enviarlo y decir que es lo mejor que se ha escrito en años o que es «un libro necesario». Explica por qué es original, qué elementos tiene que no tengan otros, en qué destaca, en qué se puede parecer a otros que hay en el mercado. A las editoriales en general —y al departamento de Marketing en particular— les gusta mucho comparar productos. Es decir, si tu libro es erótico y tiene un aire a 50 sombras de Grey explica que esto es así y por qué. No olvides señalar las diferencias también. Es una forma de describir tu libro y dejar claro a qué género pertenece.
Yo, personalmente, he contratado muchos libros por una buena propuesta. Bien es verdad que, tal y como está el mercado ahora, es difícil que esto ocurra. Actualmente, los editores prefieren ver el libro terminado. De modo que, si ya lo tienes escrito y elaboras una buena propuesta tendrás muchas más posibilidades de que una editora lo lea.
4. Exigir que se publique ya, porque tienes prisa
Tendría que escribir otro post para explicar cómo funciona una editorial y cuánto tiempo lleva fabricar el libro, para que entiendas por qué no es fácil hacer un libro en dos meses ni meterlo a capón en el plan de publicaciones del año.
Ponte en el lugar de la persona que trabaja allí. Llega una propuesta. Nadie se la ha pedido, pero en la editorial se lee todo lo que llega, como he dicho en el punto 2. La editora tendrá que leerlo o encargar a alguien que lo haga. Si en la carta el autor empieza haciendo peticiones absurdas, no lo leerá o lo dejará para leer el último de la pila.
A mí me llamó una señora un mes de febrero diciendo que iba a mandar su libro y que quería que saliera en abril porque le hacía ilusión que coincidiera con su cumpleaños. Le conté el proceso que seguiría ese libro (un grupo grande puede tardar más de tres meses solo en responder) y nunca volví a saber de ella.
No seas maleducado, ni pidas cosas absurdas e imposibles.
5. Enviar un libro de autoayuda a un sello de novela romántica
Cuando no había internet era difícil saber en qué se especializaba cada sello editorial, pero hoy día no hay excusa. Estúdiate las webs de las editoriales. Rebusca a ver si dicen algo sobre el envío de material no solicitado, como te decía en el punto uno. Insisto en que, en España casi todas las editoriales aceptan textos no solicitados, aunque es muy posible que eso esté cambiando, sobre todo en sellos que pertenecen a grupos americanos. Sin embargo, aunque parezca extraño, sí hay agentes que no aceptan manuscritos, y también lo indican claramente en su página.
Piensa dónde puede tener cabida tu texto. Ve a una librería, habla con el librero, seguro que te puede ayudar. Si conoces a alguien que trabaje en una editorial, llámale y que te explique qué sello le parece más adecuado para el tema que has tratado en tu texto.
No mandes el texto sin ton ni son. No lo dirijas sin más al Grupo Planeta o a Penguin Random House. Son grupos enormes con muchísimos sellos. Descubre en cuál encaja y, si puedes, averigua cómo se llama el editor que lo lleva. Puedes llamar a la editorial y preguntar. Así de sencillo. ¿Aceptan manuscritos no solicitados? ¿Publican autoayuda? ¿A quién debo dirigirme?
6. Enviar un archivo que tarda una hora en descargarse
Esto puede ocurrir porque has incluido fotos que pesan una barbaridad, por ejemplo. No las mandes. Envía un ejemplo de capítulo con alguna foto (en baja resolución) para que en la editorial se hagan una idea. Explica que lleva fotos y describe cómo son. Si les interesa, existen numerosos sistemas para enviarlo.
También puede pesar porque lo has maquetado con InDesign y la maqueta pesa mucho más de lo que soporta un correo. Si esto es así, tengo que añadir el consejo número 8: No maquetes el libro. Envíalo en un documento de Word. Si la editorial decide publicarlo, lo maquetarán ellos ajustándose sus formatos, al tamaño del papel que ya tienen comprado, etcétera. Es su trabajo, el tuyo es escribir.
7. Escribir una mala primera página o llenarla de tacos
Aquí entramos en cuestiones narrativas, que también pertenecerían a otro post, pero es importante: no empieces la primera página diciendo que te cagas en todo y que el mundo está lleno de hijos de puta, mother fuckers y cabrones. Lo más probable es que el lector o el editor que reciba tu manuscrito no siga leyendo. ¿Por qué? A no ser que seas el nuevo Tom Wolfe, y hayas escrito la próxima Hoguera de las vanidades —que tampoco tiene tantos tacos, por cierto—, probablemente NO TIENE SENTIDO. Si, más adelante, en la historia es necesario que haya tacos, ¡adelante! Pero que no sea en la primera página. Si es en la página 123, también te recuerdo que tendrá que ser coherente con lo que estás contando. Asegúrate de que no has llenado cinco páginas de tacos sólo porque te gusta cómo suenan.
Evita estos siete errores y tendrás bastantes posibilidades de que lean tu propuesta de edición.
¿Te han sorprendido estos consejos o te ha parecido que eran evidentes?
*En marzo de 2019 apareció una primera versión de este artículo en un blog que ya no existe, que se llamaba «Una habitación propia», de Macarena Fedriani.
Excelente, fruto de la experiencia, gracias por compartirlo.
Muchas gracias. Me alegra mucho que te guste. Espero que sea útil. Un abrazo.
Gracias por tu trabajo. Normalmente las editoriales ofrecen un plazo para mandar tu propuesta. Creo que es de reciprocidad el hecho de que, si me molesto en mandar un manuacrito, hoy muchos son por gmail, como mínimo dar las gracias. Igualmente cuando convocas un certamen, lo mínimo, si no valoras la obra, por lo menos da las gracias porque alguien que ha trabajado en su obra haya decidido mandártela a ti.
Sin embargo, creo que la mayoría de las editoriales no leen los manuscritos que reciben, y los concursos literarios… son para verlos detenidamente, mucha estafa en aquellos que ganan los mismos de la casa.
Ningún editor debería, éticamente, publicar a un escritor conocido a través de un concurso literario, es desleal a lo que propone: supuesta oportunidad; no la da, crea una parafernalia para palmear al escritor de turno, sin dar oportunidad a los demás.
Hola, muchas gracias por tu comentario. Creo que no se puede comparar con un certamen. Las editoriales no te «convocan» para que mandes un manuscrito. Te dicen que, si quieres, lo mandes y, en general, avisan de que tardarán mucho en responder y solamente lo harán si es para decir que se publica. No imaginas el volumen de trabajo que hay en una editorial y el número de manuscritos que llegan cada día. Es imposible responder a todo y no existe obligación moral ni legal de hacerlo. Por otro lado, estoy de acuerdo contigo. Los concursos no deberían ser para escritores conocidos…
Gracias de nuevo y un saludo muy cordial.